" Hoy, hablando de humildad, hay que reconocer la muchísima que acaba de mostrar Thiago cuando, nada más renovar hasta 2015, reconoció que el Barça ya había hecho por él todo lo que podía hacer y que, a partir de ese momento, llegaba la hora de que él empezase a devolverle todo lo que el club le había dado. Una postura admirable, inmortalizada, inmediatamente después, con una foto en la que se veía al mayor de los Alcántara, sincera y emocionadamente abrazado a Andoni Zubizarreta.
Esa imagen, la de un futbolista entregado a su club, es imposible interpretarla. "