Los que
una vez nos enamoramos del periodismo siempre hemos tenido gran estima
por don Alfredo Relaño, yo no voy a ser menos, desde luego. El director
del diario As posee una pluma alegre y cuidada como ha demostrado en
cientos de ocasiones, eso nadie se lo puede quitar. Ayer decía e el en
Twitter quperiodismo deportivo debería ser un espacio abierto para
el debate, la táctica, el recuerdo de los grandes y la priorización de
la calidad a la cantidad. Sin embargo, el gran mal que tiene este sector
en nuestro país según quien les escribe, es que se ha priorizado el
vender más al vender bien. Ahí comenzó el declive.
El diario AS
(grupo PRISA) no se ha mantenido al margen de este negocio porque, por
otra parte, no puede hacerlo. Ellos son del bando de Valdano y Bielsa y
van en contra de Florentino y Mourinho (aquel que osó ponerse de lado de
Marca y de Eduardo Inda y el entrenador que no concede entrevistas ni
acepta filtraciones). Defendieron a Pellegrini hasta que se le cesó y
han criticado a Mourinho desde el mismo Trofeo Santiago Bernabeu en el
que debutó en 2010.
Ayer,
esta bendita web de crítica periodística, publicaban una nota de
Alfredo Relaño dando por buena la decisión de José Antonio Camacho, en
el año 2004, de sentar a Casillas en detrimento de César.
Relaño no tenía problema en sentar a Iker en aquel 2004 como
no lo tuvo, y aquí viene el matiz diferenciador, el treinta de mayor de
2010, justo antes del Mundial de Sudáfrica tal y como he podido oír en
el Sanedrín del Larguero.
“Y luego lo de Casillas, donde él mismo ha echado un poco más de
leña al fuego con lo mal que estuvo. Yo siempre he pensado que estaba
bien llevar a Víctor Valdés, al que nunca he visto como un tercer
portero sino como un primero alternativo para meter presión a Casillas o
para que, en el caso de que Casillas no reaccione lo suficientemente
bien, incluso pueda jugar Víctor. Porque aunque Iker está delante por
aceptación, tiempo y calidad, no ha tenido su mejor temporada ni mucho
menos y ha sido simplemente un buen portero, no el portero ‘milagrero’
al que estamos acostumbrados” (…) “Yo encuentro que Casillas tiene poca
competencia en el Madrid y en la selección y creo que ayer Iker sale con
una especie de tarjeta amarilla de este partido”
Hasta ahí todo
bien. Casillas, que yo sepa, puede ser criticado y es lícito hacerlo de
hecho. Muchos de nosotros lo hemos dicho en ocasiones, debería tener una
competencia en el puesto para que así pudiera dar todo lo que lleva
dentro (que es mucho) y no dormirse en los laureles. El problema de todo
esto radica en la diferente crítica de don Alfredo Relaño cuando el que
sienta a Iker es Camacho, Del Bosque o, últimamente, José Mourinho. Ahí
ya cambia la cosa.
Recordemos qué dijo el director de As cuando
Mourinho decidió prescindir de Iker en Málaga:

“El
regalo de Navidad de Mourinho fue un nuevo desafío, la suplencia de
Casillas en Málaga. Otra bronca, otra polémica. Y además salió mal. Hay
demasiada distancia entre Casillas y Adán (hay demasiada distancia entre
Casillas y casi cualquier otro portero) como para tomar en serio las
explicaciones oficiosas: que Casillas no está parando bien, que una
advertencia era conveniente. No, eso no cabe. Hay demasiada distancia y
ayer se vio. "El portero no tuvo influencia en el resultado", se
defendió al final Mourinho. Esa fue la diferencia: Casillas suele tener
mucha y muy buena influencia en los resultados”.
Los intereses
periodísticos, el dinero y la influencia por controlar al club más
importante del mundo hacen que la opinión varíe, como la veleta de una
iglesia dependiendo de la dirección del viento. Ahí está la clave y a la
vez, la miseria de todo esto: que uno se mantiene firme en sus
convicciones, sino que las cambia según la sombra del árbol a la que se
acerca