Uno de los periodistas que me quedaban por analizar en este bendito
blog, era Juan Carlos Rivero. He de decir que no lo conozco
personalmente pero sí tengo amigos cercanos que me aseguran que es un
grande y también una buena persona. No lo pongo en duda.
Juan
Carlos Rivero tiene un punto a su favor incuestionable y que muchos de
nosotros admiramos y elogiamos: ha sido de los pocos que ha concedido
voz a un sector del madridismo silenciado por la prensa y que ha
encontrado en Twitter o en blogs como este la única salida para expresar
su opinión. Él ha contado con Manolo Matamoros en su Estudio Estadio y
eso ya es de agradecer (aunque en más de una ocasión haya sido más
encerrona que otra cosa, pero eso ya es opinión personal).
Sin
embargo, a Rivero como a otros muchos, no le cae excesivamente bien
Mourinho… ¡Qué novedad!. Navegando por la hemeroteca de su blog personal
en Terra, he encontrado algunos artículos que nos hacen, cuanto menos,
pensar que el presentador de TVE no pasa a todos los entrenadores del
Madrid por la misma criba y, por tanto, su opinión puede ser tenida como
parcial o guiada por unos intereses que se alejan de lo mínimamente
deportivo.
Comienzo con un artículo fechado el día 30 de
noviembre de 2009 y que llevaba como título ‘En defensa de Pellegrini’.
De él me gustaría sonsacar algunos párrafos que me parecen interesantes.
“Me parecen muy injustas las críticas que el entrenador Manuel
Pellegrini está recibiendo desde que llegó al banquillo del Real Madrid.
Frente al Barça planteó el partido que correspondía en función de sus
jugadores y de las características del rival. A día de hoy el Madrid no
puede jugar de otra forma. (…) No es tanto problema del entrenador como
del tipo de jugadores fichados. Pero esta es una cuestión que casi nadie
quiere discutir. De tal forma que por no ir más allá la mayoría de la
crítica se queda en el entrenador, sometido a ataques despiadados desde
numerosos frentes.
Sin embargo, creo que merece confianza y que hasta ahora su trabajo es bueno.
A
veces pienso que las críticas que se lleva Pellegrini es porque se
trata de un tipo que no compadrea. Me explico, no participa del juego de
nadie. Trabaja en lo suyo, da las explicaciones correspondientes, hay
que saber escucharle, y trata de cumplir la función para la que fue
fichado hace unos meses. Insisto, hace unos meses. Entonces no oí a
nadie decir que tomara el primer avión para Chile como leo a menudo a
alguno de mis compañeros. Mal hacen esos que dicen tanto querer al
Madrid cuando contribuyen tanto a convertir su entrenador, sea quien
sea, pero sobre todo los que no se pliegan a sus exigencias, en un
muñeco de feria. Cuya foto ha de colocarse en el centro de una diana a
la que todo el mundo puede disparar. Grotesco.
También es cierto
que a este equipo se le ha puesto una exigencia más allá de lo
razonable. Aquí el error parte de dentro. Tanto dinero, tantas
expectativas. Una locura.”
Tras ser eliminado por Alcorcón y
perder la liga en el Bernabéu contra el Barça, Rivero intentaba quitar
importancia al asunto buscando excusas vanas y sin sentido para defender
al entonces entrenador blanco como ya lo hicieran en su día
Relaño
(
http://elpaseatras.blogspot.com/2013/03/los-exitos-y-los-fracasos-de-alfredo.html)
o
Brotons
(
http://elpaseatras.blogspot.com/2013/05/brotons-critica-al-periodismo-deportivo.html)
por otra parte y, como ya he dicho en innumerables ocasiones, con toda
la razón del mundo ante los ataques pestilentes y las portadas
indecorosas de algunos medios de comunicación. La campaña orquestada en
su día contra
Pellegrini fue tan repugnante que será difícil de olvidar
en mucho tiempo. Sin embargo, esa misma campaña se ha quedado en nada si
la comparamos con la que se ha realizado contra
Jose Mourinho con el
consentimiento explicito de periodistas que antes se echaban las manos a
la cabeza y ahora callan o incluso engordan la lista de improperios e
insultos contra el entrenador del
Real Madrid. El cambio de opinión
según interese, lo que viene siendo por desgracia, el día a día del
periodismo deportivo nacional o,por lo menos, de gran parte de él.
A Rivero seguramente también le gustaba Calderón y no le gusta Florentino. Estoy casi segura.
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