La suplencia de
Casillas está siendo el debate diario en unos medios de comunicación
deportivos que cada vez se asemejan más a otra clase de prensa más
pueril, rastrera y de programación de sobremesa. Desde las principales
redacciones de nuestro país se está confabulando, sin atisbo de
vergüenza alguna, sobre la vuelta de Iker y el por qué está ahora mismo
en el banco mientras Diego López defiende la meta blanca. En una charla
con los lectores fechada el día 08-05-2013, me hizo mucha gracia esta
respuesta que daba nuestro querido amigo Alfredo Relaño, que rescato
para ustedes y con la que, por cierto, estoy muy de acuerdo.

Algunos
intentan comparar el caso Casillas con el que hace unos años sufrió
Raúl, cosa que ya les advierto, no es nada cierta. Para ejemplificar
esta teoría voy a recurrir una vez más a mi admirado Alfredo Relaño,
director del diario AS y adalid de la españolía y los valores del Real
Madrid. Comencemos:
Raúl había sido titular indiscutible durante
más de una década en el Real Madrid. Con rachas más o menos buenas, el
delantero había sido incuestionable para todos y cada uno de los
entrenadores que habían pasado por ese banquillo, más que nada, porque
sus estadísticas no mienten. Desde su debut en el año 94 hasta su marcha
en 2010 (15 temporadas) sólo en 3 bajó de los quince goles y solamente
en cinco (incluyendo obviamente esas tres) de los veinte. Partiendo de
la base de que los números de Messi o CR7 no son razonables ni normales,
insto a cualquiera a que me busque un delantero en todo el panorama
deportivo que haya aguantado ese ritmo y esos números en cualquier
equipo puntero del planeta. No lo encontrarán. Pero ese es otro debate.
Llegó
Pellegrini al Real Madrid y afirmó que Raúl, emblema y bastión de la
cantera blanca por excelencia, era ‘titularísimo’ a todos los efectos,
nada más lejos de la realidad. El ingeniero sentó al 7 blanco en
multitud de ocasiones (no digo en absoluto que sin motivos) y la prensa
nacional, no sólo no criticó la decisión sino que, en muchos casos, la
alabó. Relaño, en un artículo fechado el 15 de diciembre de 2009 y
titulado: “Raúl ya no cuenta, sigamos a Benzema” elogiaba la labor del
delantero francés y escribía esto:
“De
momento, las circunstancias han apartado de su vida (la de Benzema) un
obstáculo: Raúl. Se mire por donde se mire, lo rodee Pellegrini de las
consideraciones que quiera, Raúl está al fondo de la cola. Ya se han
terminado las 'raúltaciones'”.
Fuente: http://opinion.as.com/opinion/2009/12/15/portada/1260906958_850215.html
Y se estarán preguntando ustedes qué son las ‘raúltaciones’. Eso mismo se encargaba de explicar don Alfredo Relaño pocos días antes:
“Antes
veremos un equipo en el que se anuncia a Raúl como titular, por delante
de Benzema, por eso que se llama en general rotaciones pero que en esta
redacción alguien se atrevió a llamar ayer 'raúltaciones'. O sea, que
juegue Raúl en cuanto haya ocasión. Como el que mete
los goles es Higuaín, el que cede ahora se supone que es Benzema, que no los mete en tanta cuantía”
Como
ven, en la redacción de AS ya tocaba mucho las narices que Raúl jugase
por delante de Benzema e Higuaín y que fuera únicamente uno de estos dos
delanteros el que saltase al campo junto al símbolo blanco. La campaña
estaba orquestada y ya sólo faltaba ponerla en práctica. Ni cantera, ni
símbolo, ni señorío ni gaitas… Raúl estorbaba.
El Madrid hizo su mejor fútbol sin Raúl
“Jugó
en la primera parte su mejor fútbol de la temporada. En ausencia de
Raúl, dicho sea sin ánimo de polémica. Lejos de él, Benzema es otro,
desde luego”.
Fuente: http://opinion.as.com/opinion/2009/11/03/portada/1257278172_850215.html
Pero si alguno pensaba que esto fue en los años
finales del delanter, está muy equivocado. Esto escribía Relaño en el
año 2006 sobre el capitán
“No
está Ronaldo, así que hoy veremos a Raúl en el eje del ataque del
Madrid, supongo. Malos días para Raúl, al que el tiempo va alcanzando.
Es verdad que es joven aún, pero carga con muchos partidos en sus
piernas. Hace bastante que superó, en partidos y en goles, los números
de ilustres predecesores como Butragueño o Amancio, por hablar de
atacantes del Madrid.
Unos malestares que el propio Raúl lanzó a
los cuatro vientos. Cuando dijo que Ronaldo había enfriado con sus
quejas el ambiente de la noche europea ante el Arsenal. O como cuando
dijo que Florentino debería haber precisado a quiénes exactamente
maleducó, queja tras la que no era difícil entender una sacudida de
culpas hacia territorios brasileños. Feas palabras en ambos casos. El
capitán debe luchar por la paz, y más en días tan complicados como
fueron aquellos, y no lo hizo. Algo le pasa a Raúl, y es fácil saber de
qué se trata: el tiempo avanza, el cuerpo no es tan rápido, el balón no
le obedece tanto..."
Cuatro años y sesenta y seis goles después,
Raúl finalmente dejaba el Santiago Bernabéu. Algunos dicen que pudo
haber seguido, otros que se tuvo que ir antes. La realidad habla de que
ningún gran jugador del Madrid (exceptuado a Zidane y porque se marchó
él) ha salido por la puerta grande del estadio madridista. El gran
capitán tampoco lo hizo y se fue porque su hora, como la de todos
irremediablemente, llegó.
Pero, ¿y el trato a Iker Casillas? No
he visto jamás un artículo como ese hacia él a pesar de que su último
año (para mí desde aquel beso con Sara Carbonero en el Mundial) ha sido
más que discutible. En 2006 y ante su posible renovación, Relaño
titulaba así un artículo para meter presión a Florentino:
¿Casillas? Sí.
O sí. O sí. O sí. O También
(http://opinion.as.com/opinion/2005/11/30/portada/1133380555_850215.html)
Y
era más que evidente que lo merecía. Sin embargo ahora, con un portero
titular en pleno estado de gracia, el medio que dirige don Alfredo sigue
incansable por devolver a Iker a la titularidad. ¿Lo merece? ¿Tiene que
volver por obligación? ¿Ha de ganárselo de nuevo? A todas estas
preguntas sólo puedo contestar con ese tuit ‘yihadista’ con el que abría
esta
reflexión: que el entrenador haga lo que crea oportuno y,
con perdón, lo que le salga de los cojones… que para eso es el
entrenador.